VÍDEO
La ruta prevista para este día estaba basada en la que se hizo el año pasado por esta zona pero el trazado hasta la mitad del recorrido ha sido diferente ya que en esta ocasión se ha pasado por el pueblo de San Sebastián de Garabandal y se ha subido por una pista diferente hasta el Collado de Abellán.
Día estupendo para la práctica de la BTT ya que la temperatura no fue alta y el sol no hizo acto de presencia haciendo la subida hacia dicho collado un poco más agradable pudiendo disfrutar de las vistas perfectamente.
LA CRÓNICA
A las nueve de la mañana lo teníamos todo preparado para inicial la ruta desde Puente Nansa.Al poco de empezar, nos encontramos con esta rampita muy simpática que nos hizo calentar piernas en el acto.
Seguidamente pasamos por Cosio, declarado recientemente pueblo de Cantabria 2016 y merecedora por tanto del premio de 120.000 euros.
Seguimos carretera arriba hacia San Sebastián de Garabandal.
Llegamos a dicho pueblo y con ello el final, por el momento, de la carretera asfaltada.
A partir de ahora, pista y más pista. En un principio se llanea un poco e incluso se hace una larga bajada pero...
enseguida la cosa cambia por completo encontrándonos con subidas constantes.
Y es que había que subir a una altura por encima de los 900 metros de altitud y eso no se hace por arte de magia.
Es lógico que al poner cada uno el ritmo que mejor le viene el grupo se fuese estirando poco a poco.
Pero para eso están los reagrupamientos, para juntarnos otra vez y seguir lo más junto posible hasta la cima.
Cierto es que la subida es constante con rampas que nos hacía apretar algo más que los dientes para poderlas superar...
pero también tiene sus zonas más tranquilas donde podernos reagrupar y coger alguna mora que nos haga recuperar fuerzas.
Muy atrás queda San Sebastián de Garabandal y la pista por la que hemos subido. Da gusto ver por donde hemos pasado y los paisajes de aquella zona.
Mientra unos nos quedamos un rato contemplando el entorno, otros siguen su camino hacia la cima.
A poco más de un kilómetro del collado de Abellán, conseguimos hacer cima donde nos aguardaba una fuente con un chorro impresionante. Parece imposible que en agosto y con lo poco que ha llovido, salga el agua con tanto caudal y con tanta fuerza.
Nos hacemos foto de grupo y seguimos camino.
Al llegar al collado, el contraste de luz nos deja imágenes como esta.
Llegamos con un poco de fresco.
Antes de empezar la bajada hacia La Lastra, contemplamos un poco el paisaje.
Paisaje que nos dejaba ver entre sol y sombra los pueblos de Tudanca y La Lastra.
La bajada la hacemos con tranquilidad ya que no está como para lanzarse alocadamente por la piedra suelta que caracteriza el piso de esta pista.
Los últimos metros de bajada se hicieron con mayor seguridad ya que era sobre hormigón.
Una vez llegados a La Lastra, y con el pueblo de Tudanca al fondo, nos dividimos en dos grupos. Unos bajaron por la carretera hacia Puente Nansa y los otros por un camino paralelo al río que empezaba desde Tudanca.
En dicho camino nos encontramos de todo un poco. En ocasiones encontramos buen piso tanto subiendo como bajando en pequeños tramos.
También nos encontramos con zonas totalmente mojadas y con piedras muy resbaladizas que nos hicieron pasarlo a patita.
Y un puente que amenazaba ruina pero que nos permitió cruzar sin problemas un regato.
Tras una agradable ducha y un baño en la piscina municipal de Puente Nansa, una última foto de grupo y a comer.
En la comida pudimos echar unas buenas risas recordando anécdotas de la ruta y de cosas que no fueron de la ruta, jejeje.
Total, un día para celebrar lo bien que salió todo.
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