Otro domingo más en el que hemos podido disfrutar de una ruta muy cómoda y corta, con tan solo 36 km., en la que tuvimos un compañero muy especial durante todo el recorrido, el viento sur.
Foto seria de grupo para dar fe de los que madramos en esta mañana ventosa para realizar la que sería la ruta número 33 de este año.
A las nueve, poco más o más, partimos con dirección a Ganzo. El cielo un poco nuboso pero que en ocasiones iban a verse claros.
Después de Ganzo y Duález, salimos por la Sniace con dirección a Barreda.
En Barreda nos metemos a la derecha, por la escula taller, para hacer un camino alternativo que nos llevase hacia Rinconeda.
Eso si, para ello tuvimos que afrontar muy pronto la primera subida de la mañana. Una rampa que para algunos fue de infarto, jejejeje. Quien dijo frío ???
Tras superar unas escaleras o bajar por un talud que había al lado de estas, volvemos a pasar otra vez por debajo de la autovía.
Pasamos por Polanco, dirección a Rumoroso.
Al llegar a dicha población, empezamos la gran subida del día para conseguir llegar a las antenas de Rumoroso.
Al llegar a lo más alto, mi integridad física se puso en riesgo al ser casi atropellado por un, creía yo, amigo ciclista...................ufffffffffffff. No gana uno para sustos con esta gente.
Una vez arriba, una pequeña parada para comer algo y reagruparnos para iniciar todos juntos el descenso hacia Oruña de Piélagos.
En un principio este iba a ser el único monte que ibamos a pisar, pero las circunstancia de la ruta hicieron que no fuese así.
Final de la pista para la parte trasera del pelotón.
Pasando Oruña, iniciamos una subida que nos llevaría a la carretera general hacia Torrelavega.
No llegaría ni a un kilómetro lo que estuvimos en esta carretera general.
Enseguida nos volvimos a desviar a derecha para seguir ruta con dirección hacia Bárcena de Cudón.
En este trayecto tuvimos alguna subida que otra en la que obligó al grupo a estirarse un poco.
Antes de iniciar el descenso hacia Cudón, se podía contemplar en la lejanía las majestuosas montañas nevadas de los Picos de Europa.
Después de un descenso muy cómodo, nos metemos de lleno en la pista de los tubos que tiene Solvay.
Paralela a esa pista, está esta otra por la que nos metimos y por la que se llega muy bien al puerto de Requejada.
Un agradable sendero por el que no hay que confiarse demasiado ya que el pasillo es pequeño y un descuido te puede hacer ir al agua.......jejeje
Llegamos al puerto todos juntos y a una hora muy temprana ya que aún no eran las 11:30 de la mañana.
Acabados los tubos, tenemos que cruzar las vás que lo hacemos de un salto..........ejem.
Visto que era muy pronto, decidimos subir al monte de Sierrallana por Viveda, concretamente por el Barrio de Berralacabra o Barrio Polo, donde hicimos un pequeño alto ya que algunos se pararon en el restaurante de Cueli al oler el agradable aroma del blanco y las rabas que de allí salía.
Una vez reagrupados, subimos todos juntos.
Antes de meternos en materia, hicimos otro alto para comer algo y contar alguna anécdota que otra de la vida.
Y ahora si, decidimos hacer un poco de senderismo por dentro del monte, pasando por el circuito que hay esquivando eucaliptos por aquí y por allá.
En este sendero hay que poner todos los sentidos porque la ocasión lo merece.
Empalmamos un sendero con otro haciendo que el final fuese más interesante de lo que en un principio estaba marcado.
Al final de este segundo sendero existe un pequeño handicap que no todos pudieron pasar montados.
Por fin, llegamos a la pista que nos bajaría directamente a Mijares.
Y con ello el último reagrupamiento para decirnos hasta la próxima.
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