Fantástico día nos hizo en la ruta oficial de julio de este año 2017 en el que hicimos la travesía en BTT desde Reinosa hasta Potes.
Las previsiones meteorológicas no eran muy alagüeñas ya que anunciaban lluvias por la zona de Potes, pero gracias a los errores muy comunes en nuestra región por parte de los meteorólogos, hemos podido disfrutar plenamente de una ruta preciosa a la par que exigente.
LA CRÓNICA
Reocín amanece nublado pero con buena temperatura.
A las 7:30 h. vamos cargando las bicis al furgón y las mochilas al autobús.
Y según el horario previsto, a las 7:45 estamos de camino hacia Reinosa para iniciar la ruta oficial de este mes de julio.
Foto de grupo en Soto, desde donde iniciamos la ruta con el ascenso al puerto de Palombera.
Mientras unos pocos, autodenominados equipo B, subieron por carretera, el resto lo hicimos por pista haciendo la ruta un poco más BTT.
Dicha pista discurre casi paralela a la carretera, por lo que ambos grupos nos fuimos viendo durante todo el trayecto hasta la cima del puerto.
Nos reagrupamos arriba y seguimos ruta.
Siempre es importante estar bien hidratado y por eso hay que tener la ponchera con líquido. Aquí vemos a Agustín cargando su ponchera en el abrebadero de Tajahierro, justo al empezar la pista que nos lleva hacia Sejos.
El día no amenazaba lluvia pero la nubes bajas en forma de niebla nos ocultaban en ocasiones las vistas tan bellas que desde aquí arriba se pueden contemplar.
El grupo se fraccionó ya que, como siempre, cada cual tiene un ritmo diferente de subida.
Pero para eso cada poco tiempo hacemos una paradita técnica en la que comemos un poco y nos reagrupamos.
Seguimos camino encontrándonos por el camino algo más que piedras y polvo.
Cerca de Sejos el cielo fue abriendo haciendo que la subida fuese un poco más sudorosa.
Pero todo ello era recompensado con las vistas que nos ofrecia el sol, las nubes y las montañas con sus verdes brañas.
Un buen número de cabañas salpican la zona, siendo una de las más curiosas la cabaña de Valle que se encuentra bajo esta peña.
Otra parada bien merecida después de acabar de subir Sejos, sobretodo sus últimos cien metros.
Después de reponer fuerzas, continuamos por esas maravillos brañas por las que da gusto circular.
Mientras parte de nuestras chicas hacían turismo por Potes.
Y digo parte de nuestras chicas ya que con nosotros estaba realizando la ruta nuestra gran campeona Pili.
Antes de iniciar el descenso hacia Uznayo, esta foto para el recuerdo con el poste con indicadores sujetado por varios miembros del Club, ya que estaba caido en el suelo.
Lo mismo que para arriba, para abajo cada cual lleva su ritmo. Esta pista tiene la piedra muy suelta y seca con lo que tuvimos que extremar las precauciones al máximo.
A lo largo del recorrido tuvimos varias averías, afortunadamente de poca importancia que pudimos subsanar en poco tiempo.
Tranquilo fito que llegamos a comer a tiempo.....
Para esto, nuestras turistas ya habían llegado a la puerta del perdón de Santo Toribio. Que buen día después de lo mal que pintaba.
Seguimos camino cuesta abajo hacia Uznayo.
En el pueblo de La Laguna, cerca de Puentepumar, nos estaban esperando Colo y Zabala con el furgón de apoyo. Aquí pudimos reponer fuerzas con el avituallamiento que teníamos preparado a base de fruta y bebidas isotónicas.
Seguimos adelante y después de pasar por San Mames, iniciamos una subida exigente que nos obligó a poner toda la carne en el asador. Afortunadamente ya quedaban pocas subidas que realizar.
Lo bueno de las subidas, además de las posteriores bajadas, es que tenemos mejores vistas que desde abajo, salvo que alquien diga lo contrario, jejeje
Me ratifico, desde arriba se ven cosas muy lindas.
Después de una dura bajada con pendientes muy pronunciadas y terreno suelto y seco, llegamos a Lamedo, donde pisamos asfalto hasta meta.
Después de cruzar por Potes, nos quedaría esta subida que se nos hizo eterna.
Subida que nos llevó al monastero de Santo Toribio.
Seguimos ruta por una pista que nos hizo pasar por Congarna y de seguido por carretera hasta nuestra meta sita en el camping de San Pelayo donde nos estaba esperando una merecida ducha.
Y después de la ducha y de una rica cervecita comentando un poco la ruta, un buen menú que sació con creces nuestro feroz apetito.
Por lo demás, un bonito día de BTT con buenas vistas en las que las nubes hicieron más bonito aún el paisaje.
Para ver el resto de fotos, pincha en el siguiente banner del Club:
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