El pasado domingo 24 de junio, el Club BTT La Robleda realizó su ruta oficial del mes de junio.
En esta ocasión nos acercamos hasta Valdeolea para disfrutar no solo de los menhires que por esta zona existen, sino de un recorrido diseñado por nuestro compañero Chuchi que nos permitió disfrutar y contemplar unos paisajes y parajes muy bonitos y peculiares.
LA CRÓNICA
Son casi las nueve de la mañana y en Mataporquera lucía un sol precioso presagiando lo que las previsiones meteorológicas ya nos habían anunciado, un día estupendo.Nos hacemos foto de grupo con las chicas que nos acompañaron para hacer su particular ruta por los menhires.
A las nueve más o menos, iniciamos la ruta prevista de unos 45 kilómetros.
Salimos de Mataporquera por donde inicia el recorrido la marcha de la olla ferroviaria.
E iniciamos la travesía por las pistas de la zona. Se puede ver en la foto el polvo que levantamos siendo un puñado, imaginaros el día de la marcha..........uffff
Bueno, en pocos kilómetros llegamos al primer menhir donde nos hacemos una foto loca.
A lo lejos vemos que las chicas se van acercando a visitar este mismo menhir.
El sol todavía estaba bajo pero ya se notaba el calorcito.
Seguimos camino con las vistas puestas en el alto de los eolicos.
Pero antes teníamos que pasar a pie una pequeña sorpresita que nos tenía reservada Chuchi, jejeje.
Enseguida montamos otra vez y seguimos adelante.
Primer pinchazo del día. Javi estuvo sembrado en este día con el tema de los pinchazos.
Una vez subsanado el incidente mecánico, seguimos adelante que hay mucho que hacer.
Y nos topamos de lleno con la subida a los molinos. Una subida no demasiado pindia y muy guapa.
Por fin empezamos a ver semejantes monstruos.
La verdad es que al no haber viento, apenas movían sus aspas y no daban impresión. Lo más impresionante eran las cuestas que hay por esa zona.
Así es que en cuanto podíamos, culo a tierra y a descansar un poco que después vienen más cuestas.
Y como no, una foto a los compañeros.
La verdad es que somos tan poca cosa ante tales moles......
Venga va, otra cuesta más....
Llegamos a lo más alto donde nos reciben muy cordialmente una manada de caballos.
Y como no, hay que celebrar la conquista de la cota más alta de la jornada. Por la alegría parece que hicimos un 8000, pero al final creo que fueron unos pocos menos.
Seguimos. Unos pocos bajamos a Brañosera para reponer agua mientras el resto nos esperaban más arriba.
Enseguida contactamos con todos y seguimos camino.
Aquí tenemos a Chuchi capitaneando al grupo. Buena ruta, si señor.
Al fondo tenemos el monte del Endino, donde en un principio teníamos pensado subir, pero la verdad es que el calor nos azotaba con fuerza y la subida da al sur, con lo cual iba a ser un autentico infierno llegar hasta arriba. Ya lo subiremos en la olla ferroviaria, verdad ?
Todavía quedan importantes neveros en los altos. Da gusto verlo en junio.
La bajada la hicimos por un bosque muy bonito alternando las zonas de sol con sombra. Una pasada...
Abajo, nos reagrupamos para seguir todos juntos ya que la bajada fue larga y nos separamos un poco.
En fila de a uno, que la pista no da para más.
Este puente romano, lleva aquí que se yo........... Pues bien, habremos pasado por encima unas cuantas veces sin saber de su existencia hasta que nuestro guía Chuchi nos dijo que teníamos que verlo.
El tiempo lo llevábamos un poco pegadito al pompis y la verdad es que pasamos un poco del resto de menhires.
Los últimos kilómetros los hicimos por carretera hasta llegar al último menhir que teníamos programado.
Pero antes tuvimos que subir una considerable cuesta que nos obligó a descansar en una zona sombreada.
Pero había que continuar adelante...
Menos más que de vez en cuando Javi pinchaba y descansábamos otro poco.
Venga chicos, un poco más que vamos llegando.
Bueno, y quien dice chicos dice también chica. Nuestra compañera y campeona Pili.
Ya quedaba muy poco para llegar al menhir pero antes había que cruzar este pinar tan bonito y simpático donde muchos de sus árboles están pintados de colores.
Por fín, el menhir seguramente más conocido por los que andamos en bici ya que por aquí ha pasado y seguirá pasando la marcha de la olla ferroviaria y de las 24 horas de Valdeolea. Ole por los chicos de Mataporquera, como se lo curran.
Salimos del pinar y ya poco a poco a Mataporquera
Donde las chicas ya nos están esperando impacientes para ir a comer.
Después de una buena ducha, gestionada por nuestro compañero Marcos con la gente de Mataporquera. Gracias chicos, la ducha vino fenomenal.
Y después de un suculento y barato menú en el restaurante Gurugú de Mataporquera, solo quedaba volver a casa por donde habíamos venido.
Para ver todas las fotos hechas de este día, pincha en el banner del Club.
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