Qué pena que de nuestra madre tierra solamente podamos ver un pecho, porque a buen seguro que es una mujer preciosa de la que todos estaríamos muy pendientes, no como ahora que nos pensamos que podemos andar destruyendo el ecosistema a nuestro antojo creyendo que no va a pasar nada, que esto se cura solo.
En fin, cambiando de tema hemos tenido un día muy entrado en primavera, a pesar de estar a un mes vista de ella, en el que hemos podido disfrutar plenamente de la bicicleta y de un recorrido en el que en 40 kilómetros hemos tenido un poco de todo, incluso barro.
LA CRÓNICA
Metemos barriga para la foto.
Y emprendemos camino hacia Ganzo.
Pasamos muy tranquilamente por el carril bici de Ganzo.
A primeras horas de la mañana el ambiente, meteorológicamente hablando, era fresco pero poco a poco la temperatura fue subiendo quedando una mañana estupenda.
Gracias a la cortesía de Solvay, pasamos por sus pistas de los pozos de Polanco. Es de agradecer que dicha empresa deje pasar por estas pistas ya que están muy bien y nos permiten adelantar bastante recorrido sin tener que pisar tanto asfalto.
Una pequeña paradita para reagruparnos y afrontar todos juntos el ascenso hacia los montes de Virgen de Valencia.
Bajamos del monte por la carretera del cementerio de Vioño a gran velocidad pero con todo el cuidado del mundo ya que tiene una pendiente y unas zetas muy acentuadas.
Después vamos buscando algo de sombra entre las cañas de bambú que hay en la orilla del río Pas, a pesas de que el sol no quería hacer acto de presencia.
La verdad es que gusta pisar tierra y piedra en vez de asfalto.
Pasamos el puente que une la zona de Carandía y Zurita.
Por cierto, no paséis el puente montados en la bici ya que existe un cartel que nos prohíbe tal cosa.
Tras el cruzar el puente, seguimos un sendero junto al río que nos lleva al....
parque del Picón de Zurita. Zona muy concurrida por corredores de a pie que van a entrenar.
Después pasamos por Las Presillas y desde allí iniciamos la subida al pueblo de La Montaña pero por el interior.
Pasado dicho pueblo seguimos subiendo con dirección al monte Dobra.
Una subida de meter todo...
Bien merecida una paradita en lo alto.
Después de la subida anterior, tuvimos esta otra en la que tuvimos que meter el motor auxiliar para poder afrontarla con garantías......... ufffff.
Y ya para rematar, pues seguimos subiendo un poco más.
La idea era buscar algo de barro, ya que al no llover en varios días dicha sustancia no es fácil de encontrar, pero nosotros lo encontramos.
Tras pasar una pequeña alambrada, nos colamos a una pista ancha desde la cual se ve muy bien la cantera que Solvay tiene en dicho monte.
El descenso entre pista y braña fue muy bonito.
No así el siguiente descenso que era muy técnico y que obligó a la mayoría a echar el pie a tierra.
Después de una rápida bajada, la cosa fue mucho más tranquila por las callejas de Viérnoles.
Poco a poco nos íbamos acercando al parque de La Viesca...
desde donde nos íbamos despidiendo hasta una nueva ruta del Club.
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